Dulce imagen que venero
bajo el extenso azulino
lo amo con amor sincero
amor puro, amor divino.
Grabada llevo en el alma
su mirada y su sonrisa
que observo a diario con calma
ojos que baña la brisa.
Venerando su recuerdo
brindo hurras al destino
al nombrarlo yo me pierdo
viendo al cielo vespertino.
Por su amor noble y divino
seré capaz de desafiar
al mismo trecho cretino
y al extenso y profundo mar.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata
Fotografía: Mi hijo Oscar I. Cortez C.
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