viernes, 5 de diciembre de 2025

¿QUIÉN ES EL VERDADERO "DISCAPACITADO"?







​La afirmación de que los individuos que se consideran "sanos" son, en realidad, los "discapacitados" es una crítica poderosa y radical al Ableísmo (el prejuicio a favor de las personas con capacidades estándar).

 Esta idea invierte el modelo tradicional (Modelo Médico, que ve la discapacidad como un "fallo" individual) y lo sustituye por el Modelo Social, que sitúa el problema fuera de la persona.

​Bajo esta luz, la discapacidad física no es la falta de movimiento, sino la falta de infraestructura accesible que impone la mayoría "sana."

​La mayoría de las personas consideradas "sanas" están incapacitadas por su rigidez mental y estructural. Están tan acostumbradas a que el mundo se adapte a su cuerpo promedio que son incapaces de concebir o construir un entorno que funcione para todos.

​El edificio no está diseñado para que todos puedan entrar. La discapacidad es la incapacidad del arquitecto y del urbanista para pensar de forma universal.

​Si un documento solo puede leerse con la vista (sin opciones de audio o Braille), la discapacidad es la incapacidad del diseñador o editor para comunicar de múltiples maneras.

​En este sentido, el individuo "sano" está discapacitado para la inclusión.

​La rigidez de la mayoría crea una discapacidad emocional y social. Al no tener que enfrentarse a barreras diarias (como una escalera o un mostrador demasiado alto), la persona "sana" desarrolla una ceguera selectiva o una profunda falta de perspectiva. Esta falta de empatía es una incapacidad para entender y valorar la diversidad humana.

​Si invertimos el concepto, descubrimos que aquellos con diferencias físicas a menudo demuestran una capacidad adaptativa superior. Su vida diaria requiere una creatividad y una resolución de problemas constantes para navegar por un mundo hostil.

​La persona que usa una silla de ruedas, por ejemplo, no está inherentemente "rota"; simplemente ha desarrollado una forma diferente, y a menudo ingeniosa, de interactuar con el espacio. La verdadera capacidad se mide por la adaptabilidad, la resiliencia y la inteligencia para superar obstáculos, cualidades que estas personas exhiben a diario.

​Los invito a a ver la "salud" y la "discapacidad" no como estados binarios de un cuerpo, sino como medidas de la calidad y la humanidad de una sociedad. Una sociedad verdaderamente sana no es aquella donde todos tienen el mismo físico, sino aquella cuya estructura y corazón son lo suficientemente flexibles y amplios como para acoger y celebrar todas las formas del ser humano. El peligro no es la falta de movimiento, sino la falta de voluntad para cambiar.



Imagen de Google.

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