lunes, 27 de noviembre de 2023

DIÁLOGO.

 


(Décimas Octosílabas)


 

Rafael González Vizcaíno 

Ma. Gloria Carreón Zapata

Antonio Escobar Mendivez.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Están los dos enzarzados

Con los lazos de cupido

El certero y atrevido

Que une los enamorados

Dejándolos preparados

Para la escena siguiente

Con un sacerdote al frente

Leyendo lo requerido

El comienza y es sabido

Finiquita un cura siempre.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

Finiquita un cura siempre

lo que Cupido travieso

lo escribe con embeleso

para que nuestro Dios siembre.

Si es primavera en setiembre

el fruto será mejor

porque así canta el amor

y en hermosa serenata

todos los besos, desata

los hace aromada flor.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Los hace aromada flor

Cual vino transfigurado

Como el poeta inspirado

Que remaquilla el color

Hasta revivir la flor

De almas enamoradas

En la caverna intrincada

De sentimientos humanos

De los amantes arcanos

De la boreal madrugada.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

De la boreal madrugada

se sorprende el trovador

cuando siente que su amor

sale a besar la alborada.

La mira el cielo, encantada

en las orillas del río

y la pasión con su brío

se sonroja y la saluda.

Enamorada se escuda

tras las gotas de rocío.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Tras las gotas de roció

El sudor del universo

En mañanitas de cierzo

Llena el corazón vacío

Del amante afligido

Que pernocta, solitario

En búsqueda del estuario

De la sirena encantada

Que tiene predestinada

Que ha sido su calvario.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

¿Qué ha sido su calvario?

Cuando el amor la envanece

todo su corazón crece

por ser extraordinario.

Se tiene su aroma a diario

en el alma es un portal

con la pasión ideal

en las voces del paisaje

y el cielo le pone traje

con lunitas de cristal.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Con lunitas de cristal

En el gran jardín celeste

Cuéstele lo que le cueste

Buscando ese santo grial

El gran cupido triunfal

Gruñe con algarabía

En el corazón porfía

Reacomodando sus huestes

Tal vez esta vez acierte

Y conquiste su dalia.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

Y conquiste su dalia

y su esmerado candor

para probar el sabor

que luce con alegría.

Es un junco su armonía

con el fulgor de la brisa

su dulce mirada atiza

el jardín de su alma pura.

Mira su inmensa ternura

que brota de su sonrisa.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Que brota de su sonrisa

Radiante blanco marfil

En el palo del mástil

Donde se aplica justicia

Al condenado acaricia

Sarcástico consecuente

Cual judas benevolente

conquista en la romanza

Y sus anhelos alcanza

Saciar su sed en la fuente.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

Saciar su sed en la fuente

de romanzas cristalinas

sus metáforas divinas

de su poesía afluente.

Y cuando pasa la gente

bebe de su dulce espuma

en cada ola se suma

con su cantar delicado

para cantarle a su amado

con lo mejor de su pluma.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Con lo mejor de su pluma

De terciopelo brumoso

En el deleite precioso

Feliz como no hay ninguna

Cual frugal aceituna

Apretada en su cintura

Queda feliz hasta el cura

Por el amor que perdura

Ente gentiles criaturas

Laureados en su dulzura.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

Laureados en su dulzura

regocija su versar

y nos enseña a remar

a través de su ternura.

En cada rima se apura

a dejarnos su tonada

y se queda enamorada

del crepúsculo divino.

Yo la encuentro en mi camino

y le digo que es mi amada.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Y le digo que es mi amada

Mi musa mi dulcinea

Iré a la guerra que sea

Colócate mi estocada

Por mi reliquia dorada

Mi elixir mi flor de loto

Batallé como loco

Exponiendo mi existencia

Desde la grata experiencia

Del amor que ahora conozco

Antonio Escobar Mendivez.

 

Del amor que ahora conozco

ella es amable testigo

y yo su amor y su amigo

al que nunca desconozco.

Nunca veo un rostro hosco

porque ella es un manantial

un lucero terrenal

maravillosa presencia.

Cada vez bebo su esencia

de su acento celestial.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

De su acento celestial

En los vórtices del tiempo

Siento dentro del cuerpo

Fluido de salvia ancestral

Para engendrar al final

Frutos del amor sagrado

El gen tiene asegurado

Su trascendencia filial

Que cuenta con el aval

De un amor desmesurado.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

De un amor desmesurado

ella me da con su brío

y a la sombra del estío

con ella voy asombrado.

A nada pone candado

camina en la libertad

del amor y siempre da

su ternura por raudales

y yo siento sus caudales

su calurosa bondad.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Su calurosa bondad

Que trasciende lo infinito

En holocausto bendito

Fiel hasta la saciedad

Con la firme voluntad

Y la obediencia servil

Que vive en el redil

De la planeación suprema

De la comedia serena

El aceite del candil.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

El aceite del candil

inacabable llamita

que con la brisa se agita

en su cielito de añil.

Cuando miro su perfil

y su sonrisa de Luna

felicitó mi fortuna

de tenerla a mi costado.

Ella es un sol encarnado

y mi corazón su cuna.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Y mi corazón su cuna

De hermosa mirla dormida

Resilente complacida

Confiada como ninguna

Cual el cardón y su tuna

En el árido desierto

En la arena a campo abierto

En la gran jungla mundana

Donde la maldad se ufana

El amor está cubierto.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

El amor está cubierto

de maravillosas gemas

y sus hermosos poemas

inmenso océano abierto.

Qué bello saber que es cierto

su luminoso cantar

y saber que al caminar

con su dulzor delicado

sabemos que ha encontrado

melodioso navegar.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Melodioso navegar

Con faro a puerto seguro

Salir de brumoso oscuro

A cielo abierto en el mar

Así al final encontrar

El puerto de las gaviotas

En la arena el barco empotra

Sabe que será feliz

El infortunio desliz

Ya no lo alcanza y azota.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

Ya no lo alcanza y azota

ni teme a cualquier dolor

porque sabe que el amor

desde sus ojos se anota.

En sus dulces agua flota

el cupido juguetón

metido en su corazón

con la A escribe mi nombre

para que nadie se asombre

que no tiene parangón.


Rafael González Vizcaíno

 

Que no tiene parangón

En curso de la historia

En la colosal memoria

Del poeta y su inspiración

La fe de la religión

El amor es sacrosanto

Tiene relevancia tanto

Es quien sostiene la vida

Otra cátedra atrevida

Desabrida sin encanto.

 

Antonio Escobar Mendivez.


Desabrida sin encanto

a veces pasan las horas.

¿Y por qué tú las demoras

y las conviertes en llanto?

En un manojo de cantos

las envuelva tu guitarra

y con su música amarra

el pentagrama a la luz

y hasta escribirá Jesús

en una blanca pizarra.

 

María Gloria Carreón Zapata.

 

Honor le rindo a los vates

Don Antonio y, Rafael

recordando el verso aquel

que fue transcrito al instante.

Engalanado talante

de dos excelsos poetas

que con todo y sus libretas

a Vicente Espinel cantan.

Y a los lectores encantan

estos dos grandes poetas.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

Por lo que a mí corresponde

agradezco a María Gloria

su transparencia de noria

la guardo y si sé a dónde.

Mi corazón le responde

mi eterno agradecimiento

le dice mi pensamiento

que aquí en un rincón la espero.

Le cantaré tal jilguero

con especial sentimiento.

 

Ma. Gloria Carreón Zapata


Con especial sentimiento

reitero mi admiración

agradezco su instrucción

ahora y todo momento.

¡Admiro su gran talento!

y ovaciono al gran Creador

haber sido el conductor

de esta unión maravillosa.

Que como joya preciosa

la guardo con mucho amor.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

La guardo con mucho amor

dentro de mi corazón

y me embarga la emoción

tu sincero resplandor.

Con él llega tu fulgor

de tu cantar elegante

y tu respuesta este instante

vibra inmensa como el sol.

Tu mirada tornasol

trae su brillo fragante.

 

Ma. Gloria Carreón Zapata.

 

Trae su brillo fragante

esta bonita amistad

que brinda felicidad

¡es un valioso diamante!

Bella joya más, no obstante

el respeto la respalda

y como bella guirnalda

crece encarecidamente.

Como inmenso sol naciente

que ilumina a una giralda.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Que ilumina una giralda

Cual cometa peregrino

Que va marcando el camino

Y en el Oriente se guarda

Allí donde un bebé aguarda

Para redimir al hombre

Así resarcir el nombre

En una cruz con un verso

Que el original perverso

hizo que a todos le cobren.

 

Rafael González Vizcaíno.

 

Puedo decir verazmente

Sin temor a equivocarme

Y puedo reconfortarme

Aunque con tacto prudente

Que es la realidad el puente

De variables del destino

El vértice del camino

En el cual coincidimos

Y solamente cumplimos

Con nuestro deber genuino.

 

Ma. Gloria Carreón Zapata


Con nuestro deber genuino

aclamamos la Espinela

como luminosa estela

que ilumina el buen camino.

De todo el vate latino

que transcribe el sentimiento

con su emblemático acento

y todos en hermandad.

Proclamamos la igualdad

lanzando versos al viento.

 

Rafael González Vizcaíno

 

Lanzando versos al viento

La raza cosmopolita

Universal y bonita

Única en el firmamento

Es tan cierto no es invento

Somos de alquimia el crisol

Esa mezcla de color

De matriz americana

Que hace las razas hermanas

Un solo norte y un sol.

 

Antonio Escobar Mendivez.

 

Un solo norte y un sol

es lucero para el alma

lo admiramos con la calma

que da la luz de un farol.

Seguimos con nuestro rol

de habitar el universo

para esparcir nuestro verso

por la tierra americana.

Con sonidos de campana

por el anverso y reverso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DE AMOR VESTIDA.

  Ha vagado entre luces del olvido manojos de quimeras de algún sueño que ya escondidas bajo adusto ceño de insidia lisonjera fue ...