Te observo desde la tronera, y siento
la dulce sensación recorrer mi ser
de noche te veo y al amanecer
el intelecto lleno de contento.
Dicta un verso de adentro y me someto
describo aquél momento de pasión
en caricias danzaba la ilusión
me entregaste tu dulce amor, sincero.
Desde entonces te amo mi fiel lucero
sigues siendo de mi vida razón.
Sigues siendo de mi vida razón
que dirigiendo todos mis anhelos
iluminas mis noches de desvelos
con tu mágico canto, mi adición
Ejecutas tu canto de gorrión
a reconquistar vuelves con afán.
Y mis versos escritos
danzarán
posándose en la cima del celeste
Para que serafines los orquesten
Y a nuestras dos almas fusionarán.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario